Jesús Cáceres
Nacer, crecer, reproducirse y morir es el común ciclo de vida para las personas que no esperan hacer nada que valga la pena en sus vidas, pero desde pequeños nos han inculcado que desde que el espermatozoide fecunda el ovulo es con un propósito y ese feto que se forma en el vientre vendrá a este mundo a cumplir un propósito y aportar un cambio positivo a la sociedad, por más redundante que suene ya no solo nacerá crecerá se reproducirá y morirá sin ningún sentido si no que nacerá con un propósito, crecerá para cumplir ese propósito, se reproducirá para pasar el legado de un propósito a sus hijos y morirá habiendo cumplido su propósito.
Cuando nacemos no tenemos ni la más remota idea de lo que queremos para nuestra vida, es hasta que crecemos cuando llegamos a tener conciencia de lo que realmente haremos con nuestras vidas , pero estos planes muchas veces van cambiando por situaciones y circunstancias que se nos presentan en el día a día, nuestros gustos cambian, nuestras prioridades cambian, muchas cosas en nuestro entorno cambia pero hay algo que no cambia y es el deseo de superar y querer mas no solo para uno mismo sino también para las personas que están ahí contigo.
A pesar de lo que se nos interponga en el camino hay que Seguir luchando duro contra la pobreza, soñando para una vida mejor y decir lo logre, me supere, progrese, todo lo que me propuse lo alcance, todos los que me digirieron que yo nunca lo iba hacer, ellos se arrepentirán cuando vean que triunfe, debemos agradecer a esas personas que siempre esperan que hagamos las cosas mal porque ellas nos motivan a no hacerlas así y demostrar que nosotros si podemos.
Siempre debemos de tener fe ya que esta es la palabra clave para el éxito porque puedes tener talento pero si no tienes fe, eres un rico en medio del desierto que sin un vaso de agua como un pobre muere de sed, Dios es el que nos da la inteligencia y debemos agradecerle por eso ya que sin merecer nada él nos da todo. Desde que descubrimos nuestro propósito y que queremos para nuestras vidas tenemos que esforzarnos y trabajar en esa meta y cuando terminemos la carrera de los estudios es cuando nuestro momento ha llegado y lo sentiremos en nuestros corazones, que estamos realizando nuestro propósito en la vida.
Yo sé que las palabras se las lleva el viento por eso debemos tener claras nuestras ideas, metas y propósitos para que no queden en el vacío, no será fácil cumplir lo que queremos ya que tendremos malos tiempos pero los malos tiempo son parte del aprendizaje y llegara un momento en el que hemos aprendido mucho, habremos aprendido tanto que ante situaciones críticas ya ni nos espantaremos, porque sabremos que siempre hay luz al final del túnel, el miedo y desespero son cosas que te consumen pero hay que aprender a ignorar la impotencia no oler ni su perfume y a la necesidad hacerla a un lado para conseguir lo que deseamos.
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